miércoles, 18 de abril de 2012

Estatutos Laicos Misioneros del Sagrado Corazón.

ESTATUTOS
Laicos Misioneros del Sagrado Corazón LMSC

VIGENTE: Diciembre de 2011


P. Julio Chevalier (Fundador y padre espiritual de la familia MSC) 

CAPÍTULO I

I.                  Nombre.

1.      Laicos Misioneros del Sagrado Corazón (LMSC).

II.               Quienes son los Laicos-as Misioneros del Sagrado Corazón.

2.   Los Laicos-as Misioneros del Sagrado Corazón son hombres y mujeres bautizados que se consagran para la construcción del Reino de Dios.

3.   Los  Laicos-as Misioneros del Sagrado Corazón son personas de buena voluntad que desean vivir su fe desde la Espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús.

4.   Desde la experiencia colombiana, los LMSC son cristianos comprometidos desde su bautismo a comunicar el amor de Dios manifestado en el Corazón de Jesús, para remediar males y pobrezas espirituales. Su compromiso lo asumen desde su familia, su consagración y su comunidad parroquial.
5.   Los LMSC inspirados en el Corazón compasivo de Jesús, responden a las necesidades humanas y espirituales desde diversos apostolados. Realizan también otras tareas específicas, como el apoyo moral, espiritual y económico a la misión M.S.C y casas de formación (Filosofía y Teología).
6.   Los Laicos-as han tomado conciencia de su vocación cristiana dentro del pueblo de Dios y tratan de vivir su fe y su compromiso cristiano con la espiritualidad de  los MSC, compartiendo su Carisma y Misión. 

CAPÍTULO II

III.           Objetivos Generales.

7.   La familia LMSC tiene como objetivo compartir la Espiritualidad del Corazón de Jesús recibida por la familia M.S.C en la Iglesia, en conformidad con su estado de vida, según sus talentos, aspiraciones y configurándose al Corazón de Jesús.

8.   Erradicar los males post-modernos desde la fidelidad a las Sagradas Escrituras y a los Estatutos. 

9.   Cultivar la espiritualidad sincera y encarnada en la escucha y vivencia de la Palabra de Dios, dándole sentido e importancia a las celebraciones litúrgicas, y, dedicándole tiempo a la oración personal.

10.   Renunciar a sí mismos para vivir como Jesús escuchando las correcciones de los hermanos en la fe, asumiendo las responsabilidades de laico comprometido con gratitud y humildad.

11.  Ser testigos y portadores del amor misericordioso de Dios, ofreciéndolo a quienes se sienten pecadores, pequeños, alejados; sirviéndoles con todos los dones recibidos por Dios.

12.   Ofrecer todo el acontecer diario con las alegrías y penas, y así trasformar toda su vida en  una continua oración-entrega a la Misión. 


CAPÍTULO III

IV.         Estructura del grupo.

13.     Los LMSC están estructurados por un asesor espiritual asignado por el P. Superior de los Misioneros del Sagrado Corazón. Una Directiva nacional y una coordinación local para cada zona. Éstas serán elegidas en la Asamblea  anual en el mes de junio de cada año por votación de todos sus miembros, es decir, ¾ parte entendida la totalidad como cuarta parte. Su período será de un (1) año. Los salientes pueden postularse por un período más.

14.     La Junta Directiva de los LMSC estará conformada por un(a) Coordinador(a), un (a) Vicecoordinador(a), un(a) Secretario(a) y un(a) Tesorero(a).

15.  El Coordinador(a) dirige las reuniones y actividades de los LMSC; y lo representará ante las diversas actividades eclesiásticas.

16.   El Vicecoordinador(a) apoya las obligaciones y actividades del Coordinador y lo reemplaza en caso de ausencia.

17.   El Secretario(a) lleva el libro de actas de las reuniones y el archivo documentario de los LMSC.

18.    El Tesorero(a) recauda los fondos y colectas; lleva el libro de ingresos y egresos, abre una cuenta con su firma y la del Coordinador y da un informe periódico del estado de las cuentas y de su gestión.

19.  Se tiene el pleno derecho por medio de Asamblea extraordinaria y por votación, sustituir a cualquier representante de cada delegación por incumplimiento de sus responsabilidades y/o por petición del mismo.

20.   La Directiva Nacional tiene como funciones:
ü  Animar, motivar e impulsar a los miembros LMSC.
ü  Programar las actividades.
ü  Coordinar las actividades de los diferentes equipos.
ü  Mantener contacto permanente con los hermanos-as de cada zona.
ü  Velar por el cumplimiento de los Estatutos y las actividades programadas anticipadamente.
ü  Evaluar periódicamente las actividades programadas, entre otros…

21.   La Directiva Local tiene un(a) Coordinador(a), un(a) Secretario y un(a) Tesorero(a) que serán elegidos por los miembros LMSC en la Asamblea anual por un período de un (1) año. Los salientes pueden postularse por un período más.

22.   La Directiva Local tiene como funciones:
ü  Mantener un contacto permanente con los miembros del equipo.
ü  Poner al tanto a la Directiva Nacional sobre el acontecer de los miembros.
ü  Planificar el trabajo a corto y mediano plazo en coordinación con la Comunidad Misionera local y/o con la parroquia a la que pertenece.
ü  Evaluar sistemáticamente el trabajo del equipo, entre otros…

CAPÍTULO IV

V.             Etapa de formación.

23.      La etapa de formación es de un (1) año, la misma consiste básicamente en asumir la vida cristiana, tal y como ha sido propuesta por Jesús, imitando su amor, participando de sus sentimientos de Hijo y de hermano, contemplando su Corazón abierto, donde se manifiesta su amor, que es nuestra manera propia de “ser en el mundo el Corazón de Dios”.

24.    Toda formación continua de iniciación y profundización es importante para facilitar el encuentro personal con Jesucristo vivo, a través de la proclamación del Kerigma, para que la relación de amistad con Él sea el punto de arranque y motivo de permanencia en la formación y motor central de la conversión.

VI.         Compromisos con la formación.

25.   Todo LMSC está invitado desde el bautismo a acoger la vida como un don de Dios y convertirla en una respuesta de agradecimiento al Creador, procurando una formación integral seria, permanente y actual, por medio del estudio, el análisis de la realidad y el discernimiento de los signos de los tiempos a la luz de las Sagradas Escrituras.

26.    El LMSC está llamado a estudiar la realidad por medio de cursos, talleres, encuentros, lecturas y profundización en la Espiritualidad, el Carisma y la Misión, teniendo como base los libros editados por la Congregación sobre el P. Julio Chevalier y nuestra Misión.

27.     Es de vital importancia que se tenga una formación integral continua. Todos los LMSC tienen el deber de reunirse cada semana, y a estar dispuestos a participar con espíritu sediento en las jornadas de reflexiones programadas.

28.    Contemplar el Corazón de Jesús en el Evangelio ha de ser la tarea más fuerte de los Laicos-as Misioneros del Sagrado Corazón.


CAPÍTULO V

VII.     Exigencias.

29.    La consagración como LMSC es por un (1) año. El 8 de diciembre todos los LMSC renovarán su  consagración.

30.   Es necesario para la vivencia como LMSC dar testimonio de vida y estar comprometido con una vida de oración personal, intensa y exigente. No se puede ser el Corazón de Dios en el mundo, sin una profunda espiritualidad.

31.   La oración diaria del Culto Perpetuo, la Consagración al Sagrado Corazón, el Acuérdate a Nuestra Señora del Sagrado Corazón, la Eucaristía, al menos una vez a la semana, la adoración a la Eucaristía, principalmente el primer viernes del mes, ha de ser parte de nuestra vida.

32.   El LMSC tiene el deber de participar activamente en las actividades que concreticen las Directivas locales y/o Directiva nacional.

33.    Todos los LMSC están invitados hacer acto de presencia en la Asamblea anual cuya finalidad es evaluar y rendir cuentas de todas las actividades  que se han realizado, para la programación de futuras actividades y la elección de los nuevos miembros de las Directivas Locales como Nacional por votación para un periodo de un (1) año.  

34.   Todos los LMSC deben participar en los retiros programados para el último fin de semana de los meses de enero y junio. Se debe participar activamente de la hora santa los primeros viernes de cada mes, en donde se celebrarán los cumpleaños de los hermanos-as.

35.   Todo LMSC tiene la responsabilidad de notificar por vía telefónica u otros medios, su presencia o ausencia al Secretario(a) de turno de la zona a la que pertenece, una semana antes de la actividad programada.

36.   Es recomendable tener presente dentro de las posibilidades, que el Coordinador(a) Nacional con otras personas asistan al Congreso Internacional de los Laicos-as Misioneros del Sagrado Corazón.

CAPÍTULO VI

VIII. Condiciones para ingresar a la familia LMSC.

37.  El aspirante a ser LMSC debe:
ü  Tener disponibilidad para la formación humana y cristiana que se le ofrecerá para su crecimiento personal.
ü  Tener un fuerte interés al trabajo apostólico.

38.    La disposición a vivir la fe y los compromisos, desde los sentimientos del Corazón de Jesús ha de ser su estandarte


IX.         Condiciones para el retiro y/o separación de los miembros.

39.  El LMSC podrá retirarse en cualquier momento, informando su decisión al Coordinador(a) por escrito. Se recomienda manifestar razones o causas de su decisión. 

40.  El LMSC que no renueva su consagración anualmente sin presentar excusas graves, queda automáticamente fuera. Si desea reintegrarse debe pasar por escrito su petición al Coordinador(a) de turno. Éste le responderá con una carta su reintegro. 


CAPÍTULO VII

X.             Espiritualidad.

41.    Cada LMSC debe ser ante el mundo testigo de la Resurrección y de la vida del Señor Jesús y una señal del Dios vivo.

42.    El LMSC ha de aprender a mirar constantemente a Jesús que guía la fe y lo lleva a la perfección en el amor. Y aprender a admirar a ese Cristo como luz radiante de la gloria de Dios, y la perfecta reproducción de su naturaleza, que es el amor.

43.     El LMSC ha de ver en el Corazón de Cristo como el P. Julio Chevalier, un Corazón que sentía compasión de la humanidad, el que podía aliviar la carga de aquellos-as que recurrían a Él para encontrar descanso para sus almas.

44.      Conformado por las fuerzas emanadas de los Evangelios, el Corazón del LMSC ha de ser un corazón compasivo, que esté abierto, que vibre, y se entregue a sus hermanos y hermanas en Cristo.

45.      El LMSC ha de reconocer a María como abogada de las causas difíciles y desesperadas en su acontecer, bajo el título de Nuestra Señora del Sagrado Corazón.

XI.         Carisma.

46.  Todo don del Espíritu dado a una persona es para bien de otros… conduce a centrar su atención en algún aspecto particular de la vida de Jesús, impulsándole a un seguimiento decidido manifestado por su amor a servir a los demás.

47.   Jesús cuando dio la vida por sus amigos, cuando su costado fue traspasado, nos dio su Espíritu. Ese espíritu pone amor en nuestros corazones y nos da el deseo de servir. Mirando al que fue traspasado en la cruz, vemos el corazón nuevo que Dios nos ha dado y deseamos mostrarlo a todos los hombres y mujeres.

48.   El nuestro, es un espíritu de familia y un espíritu de fraternidad. Está elaborado con caridad, amabilidad, humildad, sencillez, hospitalidad y buen humor. (Constituciones MSC)


49.   La primera respuesta de un LMSC a la visión de Cristo es su amor, será naturalmente un amor de reciprocidad hacia Él y la participación de su amor con los demás. Le servimos practicando sus virtudes; su celo por la gloria de Dios, su paciencia, su caridad hacia los demás, su amabilidad, su humildad.


XII.     Misión.

50.     El LMSC como seguido de Jesús ama con un corazón sin límites y es instrumento de santidad en la Iglesia.

51.     Cuando decimos, que hemos aprendido a creer en el amor de Dios, manifestado en Cristo, expresamos la convicción de que este amor es capaz de dar sentido y finalidad a toda vida humana, que puede ser la respuesta a los profundos interrogantes del hombre y de la mujer y el descanso del inquieto corazón humano.

52.  Los LMSC, Iglesia en el Mundo, tienen como misión evangelizar el mundo, y por ello, es necesario empeñarse en esta tarea mediante el testimonio cristiano y el diálogo con el mundo que está en permanente y acelerado cambio.

53.    No nos descorazonaremos, ni desanimaremos, delante de las dificultades. Seguimos a Cristo que amó con un corazón humano; Él compartió nuestra Humanidad, para que podamos conocer, que por encima de todos nosotros está el infinito amor del Padre.

54.    Los LMSC por su consagración a Cristo y ungidos por el Espíritu Santo, están llamados y preparados para producir siempre los frutos más abundantes del Espíritu y llevar una conducta santa para consagrar el mundo a Dios.
  

APÉNDICE


Fórmula de consagración (entrega de los Estatutos).


         Yo, ----------------------------, en este día del Señor me consagro a Dios delante de ustedes, hermanos, como Laico(a) MSC, para con seriedad y entrega personal, vivir y compartir la Espiritualidad, el Carisma y la Misión de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús.
¡Que la ayuda de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de San José y del P. Julio Chevalier, acompañen mis pasos!


                                                                                                                                                                                                              
                                                                         




Fórmula de renovación.


Yo, ----------------------------,  en este día del Señor, me comprometo ante Dios y ante ustedes, hermanos, a seguir viviendo como Laico-a MSC con seriedad y entrega personal para compartir la Espiritualidad, el Carisma y la Misión de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús.
¡Que la ayuda de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de San José y del P. Julio Chevalier, acompañen mis pasos!


                                                                          


Perfil del LMSC

1.      El LMSC es un ser nuevo, consciente de su trasformación por la acción del bautismo.

2.   Con sana conciencia moral.

3.   Con sentido evangelizador.

4.   Con presencia y espíritu comunitario conocedor de su realidad.

5.   Con compromiso social, promotor de la justicia y la paz en su espacio concreto.

6.   Capaz de una participación libre, comprometida en la Iglesia, en el mundo y con especial énfasis en la familia.

7.   En comunión fraterna y dialogante para la construcción de la nueva sociedad verdaderamente humana y penetrada de valores evangélicos.

8.   Con creatividad, iniciativa, valentía y capacidad de riesgo.

9.   Capaz de responder a los sufrimientos y aspiraciones de nuestro pueblo lleno de una esperanza que no podrá ser defraudada.

10.  Con disponibilidad y accesibilidad para la cercanía y el acompañamiento del hermano necesitado.

11.  Fundamentado y alimentado en la comunidad del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.   






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